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El espacio que habitamos puede ayudar a ser más optimistas y a que veamos el lado bueno de las cosas. De este modo, corriendo algunos defectos de nuestro entorno doméstico, lograremos impactar de forma positiva en nuestra mente y mejorar nuestras relaciones con la familia, amigos y vecinos. Según el estudio, los factores que más satisfechos nos hacen sentir son tener el mobiliario que necesito (76,9%), disponer de luz natural (76,3%) tener intimidad (68,1%), mientras que lo que menos nos gusta es no tener suficiente almacenamiento (37,2%), unas vistas poco atractivas (33,9%) y no contar con espacios exteriores como una terraza o un balcón (33,2%).

Ordena tu casa, ordena tu mente

Usar la silla de perchero, tener los juguetes de tus hijos desperdigados por el suelo, que tu mesa del despacho acumule papeles... El orden y la limpieza con máximas prioritarias de los hogares felices. Pequeños gestos como hacer la cama todos los días, meter tus prendas en cajones y en el armario o que el fregadero de tu cocina no esté lleno de platos por fregar contribuirán a una vida más plena.

Olor a hogar

Si nuestra casa huele bien, nos transmitirá buenas vibraciones. En 8 de cada 10 hogares se ventila a diario o varias veces al día porque renovar el aire evita que en las estancias se acumule el olor a cerrado. Tampoco olvides limpiar el polvo, barrer o pasar el aspirador o tirar la basura regularmente. Además, el 77,3% de los hogares usa esencias o ambientadores. Es el momento de escoger una fragancia que te represente y te haga sentir a gusto.

Estrena casa cada día

La conservación de la vivienda es esencial para mantener las condiciones de habitabilidad necesarias. A nadie le gustan las obras porque son tediosas, pero el resultado merecerá la pena, así que ponte manos a la obra y arregla los desperfectos. Por otro lado, aunque el 67,5% está contento con la decoración de su vivienda, un pequeño cambio hace mucho. Apóyate en los textiles y en su amplio catálogo o redistribuye los muebles de vez en cuando para tener una óptica distinta.

¡Que se haga la luz!

El sol es sinónimo de alegría, y eso se nota mucho en los hogares donde las ventanas dejan pasar sus cálidos rayos. Cortinas y estores son ideales para regular la entrada de luz natural, y en caso de tener una orientación que no la favorezca, decántate por colores claros y neutros, que ayudan a reflejarla. En cuanto a la luz artificial, ya sea directa o indirecta, en el mercado encontrarás un sinfín de posibilidades para que la iluminación de tus habitaciones sea funcional y acogedora.

Silencia tu casa, calma tu interior

El ruido es uno de los problemas más habituales. Aunque el 74,7% de los encuestados considera que su vivienda es silenciosa, los vecinos (47,5%) y el tráfico (42,7%) son los motivos que más nos desequilibran. Es vital acudir a la normativa municipal y predicar con el ejemplo: si la tele del vecino está muy alta, no trates de arreglarlo subiendo la tuya más. Además del silencio exterior, también está el interior. La paz que ansiamos puede venir de la práctica de la meditación o el yoga.

Verde que te quiero verde

El 83,2% de las viviendas cuentan con espacios naturales o verdes cerca, un aspecto que mejora el bienestar. Si no tenemos un parque a mano, apúntate al urban jungle y lleva las plantas a tu casa. De hecho, el uso de las mismas en los hogares está muy extendido, ya que siete de cada diez cuentan con alguna planta. Conecta con la naturaleza saliendo a correr, pasear o a tomar el sol, y no dudes en sentarte en una terraza a leer un libro o a desayunar en tu balcón.

Mima tus relaciones

Cuando todos que viven bajo el mismo se llevan bien, estaremos deseando llegar a casa y pasar tiempo en compañía. Una relación sana entre convivientes redunda en un mejor sueño y corta el paso a la ansiedad y la depresión. En este sentido, la personas que presentan un mayor bienestar son aquellas que realizan muchas actividades de forma conjunta y con frecuencia en su hogar, y conviven únicamente con su pareja.

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro

Las relaciones sociales son capitales, algo de lo que nos hemos dado cuenta en la pandemia, cuando el confinamiento nos obligó a restringir los contactos. Tener amigos nos hace sentirnos menos solos. Son una red de apoyo en la que la comunicación debe ser bidireccional. El 85,9% de los españoles recibe visitas en su casa al menos un vez al mes. Acoge visitas de tus amigos en casa de vez en cuando para tener buenos recuerdos dentro de tu casa.

Juntos pero no revueltos

Los hijos revolucionan la casa. Gestionar adecuadamente su vida en el hogar hará que estemos menos ansiosos. Es esencial darles su propio espacio, diferenciando la zona de juego con la de estudio. Dándoles autonomía, ganarás en intimidad. Si tienes que poner límites, sé firme pero cariñoso. Lo mejor es diseñar unas normas de convivencia básicas que habrá que respetar, otorgándoles tareas para que las cumplan.

Apóyate y busca ayuda

Si sientes que ya no puedes más y estás a punto de rendirte, haz un último esfuerzo y pide ayuda. Los profesionales de la psicología te darán soporte ante las situaciones de estrés, tristeza o dolor a las que te estés enfrentando. Siempre hay una salida a esos momentos intensos y abrumadores que parecen insostenibles.

*Fuente:Pisos.com