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Caldea tu hogar

Es hora de apagar el aire acondicionado y encender la calefacción. Los sistemas son casi innumerables, desde el suelo radiante a los radiadores. Una llamada al servicio técnico si compruebas que algo no va bien te librará de hacerlo más adelante, cuando estén a tope y no puedan atenderte tan rápido.

Comodidad y color

Ya no se puede estar en casa de manga corta. La lluvia ha hecho que rescates las mantas, y quizá están algo viejas y necesitan un recambio. Aprovecha e introduce toques otoñales en tu sofá cambiando los cojines florales por colores tierra de telas agradables, como terciopelo. Lo mismo ocurre con la ropa de cama, que una simple sábana se queda corta. El paso previo al edredón es una colcha lo suficientemente gruesa para que frío no te desvele. Sustituye los estores por una cortina que deje pasar la luz del sol, así aprovecharás la luz natural, que resulta muy agradable en otoño.

Es turno de la madera

Este material natural es válido para cualquier época del año, pero en otoño cobra un especial protagonismo. Las vetas vistas emanan una belleza que los acabados lisos lacados no son capaces de igualar. Si tienes algún mueble que necesita urgentemente una capa de barniz, con un poco de tiempo recuperará todo su esplendor. ¿Y si te das un paseo por el mercadillo local y te das el capricho de comprar alguna pieza antigua? Hay auténticas joyas a buen precio que están esperando convertirse en las estrellas de tu salón.

Un suelo cálido y mullido

Ya es hora de sacar del trastero tus alfombras. Si no las llevaste a la tintorería, ahora es el momento. Siempre es agradable tener una zona mullida y cálida donde pisar descalzo cuando hace frío. Ponlas en salón y dormitorios, y si tienes que comprar alguna, tienes un montón de acabados, suaves y muy resistentes. Si tienes mascotas, quizá decantarte por las de pelo largo no sea la mejor opción. Afortunadamente, hay materiales sintéticos y lavables que dan calidez sin restar prestaciones.

Atiende a tu zona exterior

Aunque haga más fresco en otoño, siempre se agradece pasar un ratito al aire libre. Tu terraza o jardín también pueden adaptarse a esta época. Pon cojines y mantas en el banco y las sillas. Como los días son poco a poco más cortos, que no te falte luz cuando anochezca. Procura que las bombillas de los apliques tengan potencia suficiente. A veces, es cuestión de pasarlas un paño. La caída de las hojas te obligará a mantener el suelo del jardín despejado. Hazlo con cuidado, porque las lluvias pueden embarrar el terreno y provocarte un resbalón.

Cambio de armario

Hoy hace frío, mañana hará calor. El entretiempo puede volvernos locos hasta el punto de no saber qué ropa ponernos. En cualquier caso, seguro que hay prendas muy veraniegas, como bikinis y bañadores que deben esperar al año que viene. No es mal momento para abrir las cajas que cerraste hace doce meses y organizar tu armario para darles de nuevo la bienvenida. Complementos como pañoletas, bufandas, guantes o gorros también vuelven, así que busca el modo de tenerlos a mano.

Naturaleza otoñal

Los árboles de hoja caduca pierden sus hojas al llegar el otoño. En tu casa puedes hacer una simulación de este fenómeno natural implicando a los más pequeños. Salir a dar un paseo y recoger algunas hojas para adornar una bandeja, o coger algunas ramitas secas para darle vida a un jarrón

Fuente: pisos.com **